dimecres, 10 d’agost del 2011

de Mozambique a Malawi,.. agosto del 2011, rumbo al norte


 Definitivamente arreglamos el embrague a lo africano y pudimos continuar el viaje hacia el norte, después de una semana un tanto desesperante en la fea Nampula. La carreta al norte nos llevó a Pemba, lugar donde una gran comunidad de españoles nos acogió tan bien que nos hizo sentir como en casa una vez más, gracias al hospitalario Tomás y su bonita casita plantada en medio de una playa de alucinante.
 Desde allí fuimos a visitar unas cuantas islas en el archipiélago de las Querimbas, cuya isla principal es Ibo. Una isla con aires coloniales, con un aspecto fantasmal, lleno de edificios y casas caídas y en ruinas, en la que una vez fue una ciudad rica en comercio y llena de portuguesesy que fue abandonada principalmente durante los días de independencia de Mozambique. Se puede percibir lo que un momento de su historia fue, y en que se ha convertido. Solo encuentras un coche y un tractor en la isla y algunas motos,.. es genial.

Desde Ibo viajar a otras islas es un poco aventuroso, tomando veleros públicos de vela latina, u atravesando a pie por los manglares hasta llegar a un punto en que dependiendo de las mareas solo es posible cruzar con pequeñas e inestables canoas a remo. Nosotros visitamos a parte de Ibo, Querimba y Matemo . En esta segunda tuve un pequeño percance al pegarme un cabezazo contra una roca y que me ha dejado marcado de por vida, queda como anécdota y un bonito souvenir irremediablemte inolvidable. En estas islas al no haber alojamientos, aunque en algunos existen lodges donde los precios no bajan de los 400 euros por noche, hemos estado acampando en los pueblitos pesqueros locales, lo que ha hecho de la visita a estas islas algo muy especial e interesante. Realmente las Querimbas en un lugar bello para perderse entre aguas turquesas y ver como los baobabs y los cocoteros se entremezclan en algunas orillas de playas blancas.
Volvimos a tierra en busca de la furgo, dejamos a parte nuestros viajes en barcos de vela y canoas y abandonando las hermosas playas del norte y Pemba, nos vamos de nuevo dirección a Nampula, de donde cruzamos a la iLha de Mozambique, la que fue la antigua capital de Mozambique. Estas islas con sus minaretes llamando a Ala le hacen a uno pensar que ha salido de África, pero la realidad es que el Este de África tiene una influencia islámica desde mucho antes de que llegaran los colonos europeos, cuando la capital del imperio omaní se encontraba en Tanzania, en la isla de Zanzibar, y eran los grandes incursores en busca de marfil y esclavos.
En esta isla aun se pueden encontrar a parte de varias mezquitas, iglesias de la época colonial, y algún que otro templo Hindú, las casi ruinas de lo que fue un hospital espectacular, y una bella fortificación que dicen los moradores de la isla, fue construido por los extraterrestres (¡). Tanto en ésta como en las islas del norte , a uno no deja de sorprender las maniobras realizadas por los pescadores y marinos de los alrededores, con sus bellas y frágiles embarcaciones de vela latina.

Nuestro siguiente plan era meter el furgo en un tren local para que nos acercara a la frontera con Malawi, pero el precio estuvo un poco por encima del presupuesto, y el método no nos acabo de convencer, aunque por un momento soñábamos con ver a la J5 cruzando medio país a bordo de estos trenes africanos. Al final retrocedimos unos cuantos kilómetros al sur hasta Mocuba, donde parece que estaba la pista más corta, menos de 200 km y en mejores condiciones para llegar a Malawi, entrando por Milanje , sin tener que conducir lo que hubieran sido demasiados kilómetros más yendo por la carretera de Chimoio. A estas alturas del viaje la transmisión de la furgo está tan tocada que no toca más remedio que conducir lo mínimo posible por pistas de tierra y buscar de ahora en adelante las carretas asfaltadas en cada país, dentro de lo posible.
Y así hemos llegado a Malawi. Entramos por el sur, por las tierras del plateau de Mulange, rodeado de plantaciones teteras allí done uno alce la vista, lugar perfecto para disfrutar de unos días de montaña, con refugios y picos escondido entre las nubes bajas, en los que tres días de pateo han sabido a poco.
 Después de un poco de aire fresco de las alturas la furgo nos ha llevado a las orillas del gigantesco lago Malawi, que con sus casi 600 kilómetros de largo es uno de los lagos más hermosos del África y que ocupa un 15% de la superficie total del país. Empezamos por el sur, en Cape Mclear con bonitos lugar para hacer snorkel, y ahora mismo estamos de relax en Nkhata Bay, tomandonos un pequeño respirillo vacacional antes de meternos en Tanzania en unos pocos días.
Si alguien de los que sigue este blog está viajando por el África en coche, avisar que es prácticamente imposible conseguir diesel en las gasolineras y que el precio en el mercado negro, es obviamente excesivo, por lo que se recomienda llenar los tanques y garrafas antes de entrar. Lo del tema de las visas de Etiopia creo que todo el mundo está pendiente, pero que hasta la fecha no hay posibilidad de conseguirla en ningún país al sur de Etiopia, y que algún amigo que intentó tramitarla en Harare últimamente no tuvo éxito.

Bueno,y aquí se queda el blog, con unas bonitas fotos de lo que han sido unas bonitas semanas en las costas de Mozambique. Os queremos muchísimo. Nos vemos pronto.

"en mi mundo .. en mi camino"